miércoles, 29 de mayo de 2013

Vida religiosa del s. XV en adelante hasta el concilio Vaticano II

A continuación presento el trabajo realizado por mis compañeros en esta clase de la Historia Vida Religiosa, cuyo fin es retroalimentarnos con los esquemas que cada uno de ellos nos han facilitado.

Hermanos de la vida común... realizado por Didier


Orden de Clérigos Regulares

Teatinos... realizado por Esteban

Barnabitas... realizado por Farud

Somascos... realizado por Edwin

Compañía de Jesús... realizado por José Miguel

Órdenes religiosas al servicio de los enfermos
Hospitalarios de san Juan de Dios... realizado por Ángel

Ministros de los enfermos... realizado por Jorge

Ordenes masculinas de la enseñanza 
Escolapios... realizado por Astorga

Trapenses... realizado por Arquimedis

Concilio de Trento- Teresiana... realizado por José Miguel Martins

Sociedades de Vida apostólica... realizado por Romaldo

Congregaciones Religiosas de votos simples... realizado por Juan Pablo
Vida religiosa en el concilio Vaticano II... realizado por Jesús

Ministros de los Enfermos

Vida religiosa de los Ministros de la comunión...


domingo, 26 de mayo de 2013

Monaquismo y Monacato

Monaquismo: es el estado de vida de todos los que dejan el mundo para entregarse totalmente a Dios. Ésta toma dos sentidos en su vida; la vida solitaria (eremitas o anacoretas) o la vida en común (cenobitas).

Monacato: es la adopción de una vida más o menos ascético dedicado a una religión y sujeto a unas reglas en común. Y es que el monacato es un hecho antropológico. pero también debemos entender qué es el ascetismo, es decir, éste consiste en practicar la abnegación y de renuncia frente a los planes del mundo con el fin de alcanzar el más alto grado de espiritualidad intelectual e integral. además el ascetismo es un hecho individual no comunitario, sin embargo, algunos se ayudan de otros para lograr alcanzar la plenitud espiritual. 

El monacato fenómeno universal

 Entonces el anacoreta es aquel que se retira del mundo para vivir en oración y penitencia.

El eremita aquel que se aleja del mundo e inicia su vida en el desierto.

El cenobita es aquel que comparte su vida en comunidad, esta vida lleva una organización frente a una comunidad.

miércoles, 8 de mayo de 2013

El Cuerpo


EL CUERPO
Carlos María Martini
Traducción de P. Ernesto

Los jóvenes y la castidad. El empeño de vivir la castidad  en la edad juvenil crea condiciones óptimas para una transparencia interior que permite escuchar, más allá de cualquier cerrazón  y pesadez, la palabra de Dios y las sugerencias del Espíritu.  Por eso, es casi imposible  que nazca una vocación  evangélica allí  donde no se ha vivido  un sincero esfuerzo de castidad.  El joven casto se vuelve obediente a las más puras inspiraciones y es capaz de decir sí al Señor  superando la propia fragilidad e inercia.  La castidad no reprime los deseos, no los ridiculiza ni los niega. Más bien, los orienta  desde el interior y a la vez sostiene el tentativo del joven de abrirse a un modo diverso y más profundo de mirar y discernir la realidad.  Poco a poco, el joven entiende que no hay que instrumentalizar la sexualidad y tanto menos, estropearla o violentarla, sino asumirla a partir del significado al que se abre y que la atraviesa.

Una propuesta de gran valor. A los jóvenes no les disgusta una valiente propuesta de castidad. Al contrario, la exigen de sus educadores, aun siendo conscientes de las propias contradicciones  y de los compromisos fáciles. Los jóvenes y los adolescentes intuyen, tal vez mejor que los adultos, que está en juego el amor y el uso correcto del inestimable patrimonio de la sexualidad. Ellos temen agotar  los recursos que la naturaleza les ofrece para ayudarlos a hacer opciones de amor.

El plan de Dios. La educación al significado de la sexualidad no se reduce a una atención genérica a lo humano y ni siquiera a resultados  de las ciencias humanas, sino que se extiende al plan de Dios. Esto porque el cuerpo es morada de Dios, el lugar de su manifestación, la expresión visible del misterio de la Trinidad invisible, que es suprema libertad y supremo amor: “No saben que son templos de Dios y que el Espíritu de Dios mora en ustedes?”  (1Co 3,16).          

domingo, 24 de febrero de 2013

Un proyecto de vida


La vida religiosa es un proyecto de vida factible para quienes aceptar  llevar el reto de seguir a Jesucristo Camino, Verdad y Vida.